La
autoridad del comité es moral, pero tendrá
fuerza moral en la medida en que se acredite por su trabajo.
Si los protocolos que publica son de calidad pueden servir,
sin lugar a dudas, como documentos de referencia en casos
judiciales. El profesor Miguel Sánchez, al que
nos referimos anteriormente, saca las siguientes conclusiones,
que suscribimos: «... Estos comités constituyen
una vía alternativa y complementaria a una situación
como la presente, en la que los médicos se encuentran
aislados para tomar decisiones difíciles y siempre
bajo la amenaza de las denuncias legales y del recurso
a los tribunales...» «El recurso a los tribunales
de justicia es casi siempre insatisfactorio por las siguientes
razones:
1.
Los tribunales tienen generalmente escasa experiencia
médica, pueden imponer sus propios valores o adoptar
decisiones inadecuadas.
2.
Conllevan demasiado tiempo.
3.
Tienen elevados costos.
4.
Quebrantan necesariamente la confidencialidad.
5.
Las soluciones idóneas suelen ser fruto de la armonización
y la participación, pero no de la confrontación
legal.
De
manera que los comités de bioética pueden
no ser perfectos, pero representan tal vez la mejor alternativa
imaginable para la solución de situaciones éticas
difíciles. Y con toda seguridad, las situaciones
éticas problemáticas irán multiplicándose
en la medida en que la Medicina avance.
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