BIOETICA
 

 

DIEZ PREGUNTAS BASICAS SOBRE LOS COMITES HOSPITALARIOS DE ETICA


 


 










Juan Carlos Tealdi

La medicina actual ha incorporado a sus instituciones una nueva figura cuyo protagonismo, en las condiciones de salud de los países de América Latina, puede llevar a transformar profundamente la calidad de atención de nuestros hospitales.
Aquí vamos a responder, brevemente, a diez de las preguntas que habitualmente nos hacen acerca de los comités hospitalarios de ética (C.H.E.).

(1) ¿Qué son los comités hospitalarios de ética?

Los CHE son grupos interdisciplinarios que se ocupan de los problemas éticos que surgen de los hospitales en tanto instituciones de atención de la salud. No se ocupan así, específicamente, de cuestiones institucionales más generales como las relaciones laborales y la conducta entre trabajadores de la salud.
Sus grandes temas de trabajo son, entre otros; el manejo de la información en cuanto a veracidad, confidencialidad o consentimiento; el derecho, costo y caridad en la atención de la salud; y los problemas de las nuevas tecnologías para la reproducción, asistencia y prolongación de la vida.

(2) ¿Cuándo y dónde aparecieron?

El primer CHE que se conoce fue el creado en la Morris View Nursing Home (New Jersey, USA) en 1976, para decidir sobre la continuación o no del tratamiento en el célebre caso de Karen Quinlan, una adolescente en coma profundo y con respiración artificial. El antecedente del comité instituido en 1960 por Beldin Scribner en Seattle para decidir qué pacientes renales crónicos debían acceder a hemodiálisis, no reúne las características principales que a partir de Karen Quinlan tuvieron los CHE: Efectiva interdisciplinariedad y discusión centrada en la justificación ética de los problemas abordados. A partir de 1983 comienza el gran desarrollo de estos comités en los Estados Unidos y luego en el mundo.

(3) ¿Qué funciones cumplen?

Ya es habitual señalar tres grandes funciones para los CHE: Educativa, consultiva y normativa. Esto es: la educación del hospital y de su comunidad en los grandes temas de la bioética, disciplina que conjuga estas preocupaciones en su teoría y práctica, el análisis y discusión de casos clínicos para esclarecer problemas éticos de los mismos; y la elaboración de normas éticas así como la implementación de las ya existentes para una jerarquización del hospital como institución.

(4) ¿Quiénes los deben integrar?

Los CHE, aunque surgidos en una institución "médica", se integran con representantes de ésta y otras profesiones y sectores. En primer lugar otros trabajadores de la salud junto al médico: enfermeras, asistentes sociales, psicólogos, administradores hospitalarios. En segundo término abogados, religiosos, filósofos, antropólogos, sociólogos, etc.
Por último y especialmente, representantes del paciente y de la comunidad. El número de miembros varía de seis a veinte. Esta diversidad asegura una ética pluralista en el comité. Algunos miembros pueden tener carácter estable y otros ser convocados específicamente para cada caso o normativa a desarrollar.

(5) ¿De quién dependen administrativamente?

Hay diversas alternativas. El CHE puede depender del Consejo de Gobierno en las instituciones públicas o privadas que lo tengan: Esto les aproxima a la gestión política pero le aleja de los problemas clínicos.
Puede depender del cuerpo médico y esto, si bien le acerca a los problemas de la atención pone en riesgo su objetivo principal: la defensa de los intereses del paciente. Puede depender, por último, de la administración del hospital: el director o el departamento de investigación y docencia.
Quizás sea ésta sea la alternativa más equilibrada. En cualquier caso, su inserción nunca se hace en la "cadena de mandos" sino lateralmente como órgano asesor.

(6) ¿Cómo desarrollan su función educativa?

En primer término, el grupo que integrará el comité debe transitar por una etapa de autoformación. El coordinador y otros miembros deberán leer libros y artículos básicos, revisar casos clínicos ya cerrados, etcétera: para poder entrenarse en su función. Luego, y acaso paralelamente, se inicia una tarea educativa en el hospital; conferencias, jornadas, cursos, audiovisuales y otras actividades. Por último, el CHE se proyecta hacia la comunidad: Pacientes, familiares, centros comunitarios: para discutir los grandes temas de la bioética.

(7) ¿Cómo desarrollan su función consultiva?

El CHE comienza con una revisión retrospectiva de casos ya cerrados para poder adquirir habilidad en la identificación de problemas, cursos de acción y justificación ética de las alternativas. Luego decide qué casos recibirá en consulta: sí los de un servicio determinado (Ej: terapia intensiva) o los de todos los servicios; sí los de un tema determinado (Ej: veracidad, prolongación de la vida) o los de cualquier tema. También debe establecer quién puede consultar (médicos, enfermeras, pacientes, familiares): a quién se le informará de los resultados; , quién podrá participar de las reuniones; etcétera. Y, sobre todo, el comité debe establecer en los distintos casos si sus conclusiones serán en forma de exposición de ventajas y desventajas en las alternativas, sugerencias de acción o recomendaciones.

(8) ¿Cómo desarrollan su función normativa?

El CHE debe hacer respetar en el hospital, en primer lugar, las normas éticas de reconocimiento internacional que en el campo de la salud se han ido estableciendo después de la Segunda Guerra Mundial:
Declaraciones de Ginebra, Helsinky-Tokio, Sydney, Venecia, etcétera, de la asociación Médica Mundial y otros documentos de gran relevancia. Luego puede dedicarse a la elaboración de normas éticas de procedimiento.
Para ello el comité define el tema que será sujeto a norma, recopila información ya existente, consulta a personal del hospital sobre la factibilidad de las normas, evalúa el lenguaje de las mismas para hacerlo ampliamente comprensible y revisa legalmente el texto antes de aprobarlo.

(9) ¿Qué problemas aparecen en su constitución?

Según nuestra experiencia las resistencias a la plena instauración de este tipo de comités suele ser importante por varias razones. Hay hospitales que rechazan la creación de un espacio de discusión del ejercicio del poder institucional.
En otros casos los médicos intentan predominar sobre los otros miembros y "cerrar" el comité para no exponer problemas considerados "internos". El CHE puede estar expuesto, también, a la ilusión de poder cambiar más de lo que concretamente puede. Asimismo, la figura del abogado es esencial para esclarecer los problemas legales en muchos casos.
Otros problemas más importantes son la precipitación para la resolución de casos cuando el comité aún no está capacitado: la falta de claridad en sus objetivos y la debilidad del vinculo con la dirección o con la institución en su conjunto.

(10) ¿Qué cualidades esenciales ha de tener un comité hospitalario de ética?

La prudencia acaso sea la virtud principal de estos comités. Es así que podrán limitar sus objetivos a sus auténticas posibilidades de trabajo; Buscarán el equilibrio en la composición de los miembros; sabrán decidir cuándo convocar a uno u otro tipo de participantes; qué tipo de respuesta dar en cada situación y manejarse en general con la enorme cantidad de elementos que forman parte de un problema ético para poder darle a cada uno la importancia que corresponde al caso. La disposición a "abrirse" creemos que es también una cualidad necesaria de los CHE: El trabajo en redes de comités puede asegurar la transparencia y amplitud de un diálogo que pretende superar los compartimentos cerrados de una moral públicamente cuestionada.

 

 
 
 
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