Una
de las técnicas galardonadas con el Nobel de Química
es la de producir material genético a partir de
insectos muertos.
El científico norteamericano Kary Mullís
y el canadiense de origen británico Michael Smith
compartieron el premio Nobel de Química 1993 por
desarrollar una técnica que inspiró el éxito
de taquilla cinematográfica "Parque Jurásico".
Una de las técnicas de Mullís puede producir
material genético a partir de insectos muertos,
una idea utilizada en "Parque Jurásico",
donde científicos utilizaron el material genético
de dinosaurios extintos para recrear los gigantescos reptiles.
Provenía de sangre chupada por insectos preservados
en ámbar. Bertil Anderson, profesor de bioquímica
de la Universidad de Estocolmo, explicó que el
método de Mullís "es como un microscopio
químico. Es analítico. La película
"Parque Jurásico" se inspiró en
el descubrimiento de Mullis.
En realidad no podemos crear ahora un animal. Hará
falta otros 100 años de investigación, pero
recrear ácido desoxirribonucleico (ADN) será
el primer paso para recrear un animal. El resto es ciencia-ficción.
Una aplicación del invento de Mullís es
la posibilidad de producir ADN en masa a partir de restos
fósiles. A esto se conoce como reacción
de polimerasa en cadena (RPC).
Los investigadores han logrado producir material genético
a partir de insectos cuya especie se extinguió
hace más de 20 millones de años mediante
el uso del método sobre ADN extraído de
ámbar.
Anderson manifestó que el método RPC de
Mullís ofrece nuevas oportunidades en el diagnóstico
médico, por ejemplo para identificar el virus HIV
que causa el SIDA y genes defectuosos en enfermedades
hereditarias.
En investigaciones policiales, el método RPC puede
brindar pistas vitales dado que es posible analizar el
ADN de una sola gota de sangre o partícula de pelo
encontrado en la escena de un crimen.
La técnica de Smith abrió el camino a la
ingeniería genética, por ejemplo para adaptar
anticuerpos a fin de que puedan atacar células
de cáncer y para alterar proteínas a fin
de crear plantas de crecimiento más acelerado.
Estas actividades han suscitado críticas, particularmente
por parte de algunos grupos religiosos que sostienen que
los científicos "están interfiriendo
con la naturaleza".
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