Si
el diagnóstico prenatal respeta la vida e integridad
del embrión y del feto humano y si se orienta hacia
su custodia o hacia su curación, la respuesta es
afirmativa.
El diagnóstico prenatal puede dar a conocer las
condiciones del embrión o del feto cuando todavía
está en el seno materno, y permite, o consiente
prever, más precozmente y con mayor eficacia, algunas
intervenciones terapéuticas, médicas o quirúrgicas.
Ese diagnóstico es lícito si los métodos
utilizados, con el consentimiento de los padres, debidamente
informados, salvaguarda la vida y la integridad del embrión
y de su madre, sin exponerles a riesgos desproporcionados?.
Pero se opondrá gravemente a la ley moral cuando
contempla la posibilidad, en dependencia de sus resultados,
de provocar un aborto: un diagnóstico que atestigua
la existencia de una malformación o de una enfermedad
hereditaria no debe equivaler a una sentencia de muerte.
Por consiguiente, la mujer que solicitase un diagnóstico
con la decidida intención de proceder al aborto
en el caso de que se confirmase la existencia de una malformación
o anomalía, cometería una acción
gravemente ilícita.
Igualmente obraría de modo contrario a la moral
el cónyuge, los parientes o cualquier otra persona
que aconsejase o impusiese el diagnóstico a la
gestante con el mismo propósito de llegar en su
caso al aborto.
También será responsable de cooperación
ilícita el especialista que al hacer el diagnóstico
o al comunicar sus resultados contribuyese voluntariamente
a establecer o a favorecer la concatenación entre
diagnóstico prenatal y aborto.
Por último, se debe condenar, como violación
del derecho a la vida de quien ha de nacer y como transgresión
de los prioritarios derechos y deberes de los cónyuges,
una directriz o un programa de las autoridades civiles
y sanitarias, o de organizaciones científicas,
que favoreciese de cualquier modo la conexión entre
diagnóstico prenatal y aborto, o que incluso indujese
a las mujeres gestantes a someterse al diagnóstico
prenatal planificado con objeto de eliminar los fetos
afectados o portadores de malformaciones o enfermedades
hereditarias.
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