Ya
es habitual señalar, de acuerdo con sus objetivos,
tres grandes funciones para los comités de ética:
educativa, consultiva y normativa. Esto es: la educación
del hospital y de su comunidad en los grandes temas de
la bioética, el análisis y discusión
de casos clínicos para esclarecer problemas éticos
de los mismos; y la elaboración de normas éticas
así como la implementación de las ya existentes
para una jerarquización del hospital como institución.
Cuadro
de Funciones de un Comité Hospitalario de Etica
Funciones
Etapa 1 Etapa 2 Etapa3
Educativa Autoformación Educ. del Hospital Educ.
de la Comunidad
Consultiva Casos Retrospectivos Casos Internos Abiertos
Casos externos abiertos
Normativa Difunde normas dadas Crea normas especificas
Crea normas genéricas
FUNCIÓN EDUCATIVA
En
primer término, el grupo que integrará el
comité debe transitar por una etapa de autoformación.
El coordinador y otros miembros deberán leer libros
y artículos básicos, revisar casos clínicos
ya cerrados, etc.; para poder entrenarse en su función.
Luego, y acaso paralelamente, se inicia una tarea educativa
en el hospital: conferencias, jornadas, cursos, audiovisuales
y otras actividades.
Por último, el CHE se proyecta hacia la comunidad:
Pacientes, familiares, centros comunitarios; para discutir
los grandes temas de la bioética.
FUNCIÓN CONSULTIVA
El
comité comienza con una revisión retrospectiva
de casos ya cerrados para poder adquirir habilidad en
la identificación de problemas, cursos de acción
y justificación ética de las alternativas.
Luego decide qué casos recibirá en consulta:
sí los de un servicio determinado (Ej: terapia
intensiva), o los de todos los servicios; sí los
de un tema determinado (Ej: veracidad, prolongación
de la vida) o los de cualquier tema.
También debe establecer quién puede consultar
(médicos, enfermeras, pacientes, familiares) a
quien se le informará de los resultados; quién
podrá participar de las reuniones; etcétera.
Y, sobre todo, el comité debe establecer en los
distintos casos si sus conclusiones serán en forma
de exposición de ventajas y desventajas en las
alternativas, sugerencias de acción o recomendaciones.
FUNCIÓN NORMATIVA
El
comité debe hacer respetar en el hospital, en primer
lugar, las normas éticas de reconocimiento internacional
que en el campo de la salud se han establecido después
de la Segunda Guerra Mundial:
Declaraciones de la Asociación Médica Mundial;
y otros documentos de gran relevancia. Luego puede dedicarse
a la elaboración de normas éticas de procedimiento.
Para ello el comité define el tema que será
sujeto a normas, recopila información ya existente,
consulta a personal del hospital sobre la factibilidad
de las normas, evalúa el lenguaje de las mismas
para hacerlo ampliamente comprensible y revisa legalmente
el texto antes de aprobarlo.
Es importante considerar que los comités han de
darse el tiempo necesario para estar en condiciones de
desarrollar sus funciones. Para ello es que ofrecemos
el presente cuadro en el cual consideramos una doble manera
de atender a esa exigencia. En primer lugar atendiendo
a desarrollar inicialmente la función educativa
del comité, luego la consultiva y en último
término la normativa. Creemos que esta es la mejor
secuencia para un crecimiento serio de cualquier comité
hospitalario. En segundo término, cumpliendo esas
funciones en diversas etapas. Para la función educativa
es imprescindible comenzar con una buena formación
del propio comité, continuando luego con el hospital
y finalmente con la comunidad. Para la función
consultiva es un paso prudente entrenarse al comienzo
con una revisión de casos cerrados, y continuar
luego con la revisión de casos propios del hospital
antes de aceptar, si es que alguna vez lo hace, la consulta
de casos externos a la institución.
Finalmente, para la función normativa, es el mejor
comienzo la recopilación y difusión de normas
ya existentes, para luego elaborar regulaciones de problemáticas
específicas en algún sector del hospital
como puede ser el manejo de un tipo de pacientes antes
de dedicarse a la creación de normas más
amplias que van a involucrar a todos los sectores del
hospital y que han de requerir una mayor inserción
institucional del comité en el mismo.
Si bien es difícil estimar tiempos para cada uno
de estos momentos, quizás sea imprescindible dar
mi mínimo de un año al desarrollo de cada
una de las etapas considerando que se puedan poner en
desarrollo las tres funciones a la vez. Esto nos daña
un tiempo mínimo de tres años para lograr
que un comité hospitalario de ética estuviera
en condiciones de ejercer en plenitud sus funciones. Es
verdad que los tiempos han de ser variables para cada
comité de acuerdo con la intensidad del trabajo,
la calidad de los miembros, el apoyo institucional, etc.,
pero en cualquier caso esos tres años no parece
que puedan eludirse aún en la mejor de las situaciones.
|