La
prudencia acaso sea la virtud principal de estos comités.
Es así que podrán limitar sus objetivos
a sus auténticas posibilidades de trabajo; Buscarán
el equilibrio en la composición de los miembros;
sabrán decidir cuándo convocar a uno u otro
tipo de participantes; qué tipo de respuesta dar
en cada situación y manejarse el general con la
enorme cantidad de elementos que forman parte de un problema
ético, para poder darle a cada uno la importancia
que corresponda al caso.
La disposición a "abrirse" creemos que
es también una cualidad necesaria dé los
CHE: El trabajo en redes de comités puede asegurar
la transparencia y amplitud de un diálogo que pretende
superar los comportamientos cerrados de una moral públicamente
cuestionada. En cualquier caso, los comités habrán
de mantener la necesaria individualidad en su desarrollo,
generando diversos modos de acercarse a la complejidad
de los problemas éticos en salud.
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